jueves, 5 de noviembre de 2009

ES HORA DE UNA PEQUEÑA CHARLA

Imagino que se pregunta por qué les he convocado esta noche.

Verá, últimamente no estoy satisfecho con su trabajo... me temo que su empleo peligra, y...
...y, bueno, estamos considerando prescindir de usted.
Sí, lo sé, lo sé. Hace ya mucho tiempo que está en la compañía. Casi... a ver, ¡casi diez mil años! Caramba, ¡cómo pasa el tiempo!
Y parece que fue ayer...
Recuerdo el día que comenzó en su empleo, cuando bajó de los árboles, inocente y nervioso, agarrando un hueso con su puño peludo...


"¿Por dónde empiezo, Señor?" preguntó con tristeza.
Recuerdo mis palabras con exactitud: "Ahí tiene una pila de huesos de dinosaurio, joven", dije con una sonrisa paternal. "Chúpelos".
Bien, hemos recorrido un largo camino desde entonces, ¿verdad? Sí, sí, tiene razón, en todo este tiempo no ha faltado ni un dia.
Bien hecho, mi bueno y fiel criado.
Por favor, no piense que he olvidado su notable hoja de servicios, o las inestimables contribuciones que ha hecho a la compañía...


El fuego, la rueda, la agricultura... una lista impresionante, veterano. Una lista impresionante de verdad. No me malinterprete. Aunque... si he de ser sincero, también hemos tenido problemas. No podemos olvidarlo. Lo he pensado mucho y ... ¿sabe de dónde viene el problema?
De su innata falta de voluntad para adaptarse a la empresa. No parece querer enfrentarse a ninguna responsabilidad, ni ser su propio jefe. Dios sabe que ha tenido usted muchas oportunidades.


Le hemos ofrecido ascensos una y otra vez, y los ha rechazado siempre. "No sabría hacerlo, Señor" mentía. "Sé cuál es mi sitio."
Para ser sinceros, no se ha esforzado lo suficiente, ¿no?
Ya ve, ha estado quieto demasiado tiempo, y es algo que se empieza a reflejar en su trabajo...
Y debo añadir que también en su conducta habitual.
Ni las constantes discusiones en la fábrica han escapado a mi atención...

... ni los recientes alborotos en la cantina del personal.


Y después tenemos... hum... bien, no quería sacar a relucir esto, pero... verá, he oido algunos rumores inquietantes acerca de su vida personal. No importa quién me lo ha dicho. No puedo dar nombres.
Tengo entendido que no se lleva bien con su esposa, que discuten. Me han dicho que le grita. Se ha hablado de violencia.


Sé de buena fuente que siempre hiere a quien ama ... a la única a la que no debería herir.
¿Y qué me dice de los niños? Siempre son ellos los que sufren, como ya debe saber. Pobres pequeñines, ¿qué van a pensar?
¿Qué van a pensar de sus intimidaciones, su desesperación, su cobardía y su arraigada intolerancia?
La verdad no lo está haciendo muy bien.

Y tampoco está bien echar la culpa a una mala gestión por cómo ha empeorado el nivel de trabajo...
Aunque he de reconocer que la gestión es pésima. De hecho, para hablar sin rodeos... ¡la gestión es nefasta!
Hemos tenido a un montón de malversadores, impostores, mentirosos y lunáticos que han tomado decisiones catastróficas.


Es la pura verdad. ¿Y quién los ha elegido?
¡Fue usted quien designó a esa gente! ¡Fue usted quien les dió el poder de tomar decisiones por usted!
Debo admitir que todos podemos equivocarnos alguna vez, pero cometer los mismos errores letales siglo tras siglo me parece intencionado.


Ha apoyado a unos incompetentes maliciosos que han llevado el caos a su vida laboral. Ha aceptado sin rechistar sus órdenes absurdas. Les han permitido llenar su espacio de máquinas nuevas y peligrosas.


Pudo haberlos detenido.
Solo tenía que decir "NO".
No tiene empuje. No tiene orgullo. Ya no tiene valor para la compañía.
Aún así seré generoso. Le proporcionaré dos años para que pueda demostrar alguna mejora en su trabajo.
Si al final de este periodo sigue sin intentarlo...

LE DESPEDIRÉ.


V de Vendetta (Alan Moore y David Lloyd)

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