Adiós al año que se va, a este año que recordaré por aquella infame piedra en el riñón (y a lo mal atendido médicamente que fui), al libro de Semana Santa de Tobarra (y el calendario) repleto de mis fotos, a los premios de fotografía, la visita de Pedro y Esther a Tobarra en Semana Santa (y que nevó en Domingo de Resurrección, y que tuve ya acreditación de fotógrafo), el viaje de fin de carrera por Praga, Viena y Budapest, en el que conocí a mis "Ángeles de Charlie": Mari Nieves (que gran musa), Loli y Erica, hice muchas fotos y pude por fin hablar en persona con Imola, de Hungría, los viajes a Ayna y Tabarca con los rifeños, además de otros a Moratalla, Valencia, Elche, Alicante, Albacete, Hellín, Biar o Chinchilla, el traspaso de mis dos blogs a Blogger, mi 23º cumpleaños en el que tanta gente se acordó de mi y el inicio del que espero sea mi último curso de la carrera (sin beca), con los exámenes de diciembre en octubre y noviembre ( y ya en 2009, los de febrero al pasar Reyes).
El año se llevó a gente que yo admiraba: Michael Turner (dibujante de Witchblade y Fathom), a Michael Crichton (autor de Parque Jurásico y Esfera), a Charlton Heston (por maldecir las guerras frente a la Estatua de la Libertad o jurar venganza ante Mesala, nunca por aquella defensa de las armas de los últimos años), a Heath Ledger (y su Joker demencial), a Paul Newman (que gran actorazo), a Betty Page (diosa del pin-up), a Roy Scheider (que recordaré en búsqueda de aquel Tiburón, o como capitán del SeaQuest) o Stan Winston (genio de los efectos especiales), entre muchos otros.
Pero también trajo cine del que disfruté, como El Caballero Oscuro, Iron Man, Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal, Hellboy: El Ejército Dorado, El Increible Hulk, Wall-E o La Niebla. Y empezaba a vislumbrarse lo que depara el futuro con las imágenes y trailers de Dragonball, que apesta la mires por donde la mires, y las de Watchmen (que ya veremos si se estrena en 2009, o directamente, si se estrena alguna vez).
Aunque también se llevó consigo mi afición por los cómics de Spider-man tras el Quesadazo: aquel pacto de Peter con Mefisto para salvar a tía May a cambio del matrimonio con MJ fue una tomadura de pelo, asi que dejé de comprar las aventuras del Trepamuros primero, para luego dejar de comprar ningún cómic. Y aunque a veces tengo la tentación de saber como siguen las series, a día de hoy sigo "limpio" y con más dinero en el bolsillo.
Lo más seguro es que recaiga, pero esa, amigos míos, será otra historia...
