MENUDA SEMANITA

Desde la noche del jueves pasado acarreo con un dolor intermitente en la mitad inferior de la espalda. El fin de semana pareció que me daba un respiro para ir a trabajar (quizá por los calmantes), pero nada, entonces me resfrié (al menos eso ya se me ha pasado).

Dormir es harto difícil porque tienes que encontrar la postura en que te duela menos, y levantarse puede ser un suplicio. Al final no sabes si quedarte en la cama o qué...

Para colmo, anteayer noche mi móvil (esos aparatejos del demonio que tan poco me gustan) empezó su expiración apagándose cada medio minuto, sin dejarme entrar en las llamadas ni en mensajes. Debido a mi poca capacidad para moverme, ha tenido que ser encima mi madre la que lo lleve a reparar. De mientras, usaré el de mi padre, que lo gasta más bien nada.
Y para rematar la faena, ayer el autobús de vuelta de la Universidad se paró frente a Mercadona (se ve que se había sobrecalentado) y la gente tuvo que irse a pata hasta sus casas (por suerte, vivo relativamente cerca).

Que asssco, que se acabe esto pronto...